Compartimos en esta entrada la síntesis de los aprendizajes obtenidos tras la Feria de Empleo y Discapacidad de la CAM (11 y 12 de Abril 2018)
«Aquí hablamos de ITERACIÓN, no de fracaso». Esto decía en una conferencia que escuché hace unos años, uno de los fundadores de IDEO, una de las empresas más innovadoras que existen y que ha trasladado su metodología a la Universidad de Stanford (EE. UU.)
Ya sabemos que si algo tiene la cultura norteamericana es inculcar a sus ciudadanos la filosofía del ensayo y error, la acción en búsqueda de un sueño. Pues bien, en esta universidad y en alguna española, (que también hay que celebrarlo), donde me sonreían reconociendo que llevan con orgullo ser un “fracasódromo” como parte de su éxito ( pese a que resulte a priori paradójico), trascienden la propia filosofía del ensayo y error y se atreven a decir que en el aprendizaje no hay errores, hay iteraciones. La iteración (palabra que descubrí en aquel momento) es repetir, realizar ciertas acciones, varias veces, en busca del logro del objetivo que te propones. Supone ser un campeón de la perseverancia enfocada hacia la meta a conseguir y mucho de nuestro trabajo en Idreal se basa en ese mantra. (*)
No me refiero al clásico “caer y volver a levantarse”, sino a que cada vez que te caes y levantas, ¡¡ avanzas posiciones!! ¿Cómo? A través del aprendizaje. Por eso yo les digo a los clientes, a mis colegas (y a mí misma, faltaría más) que piensen, hagan, caminen (Pensamiento+ Acción) y si luego hay que ajustar (+ Seguimiento), se corrige y modifica porque lo que así logramos es avanzar hacia la meta. Hasta el propio cliente percibe que la única fuente para la autoestima reside en eso: pensar, hacer, caminar, lograr, asumir riesgos, dar un paso atrás y luego dos hacia delante y acercarte a la meta. La única fuente de la autoestima es el propio fracaso, el error que hace aprender y recuperarse del mismo. Contemplándolo con perspectiva y superándolo desde uno mismo con nuevas acciones y ajustes. Así que conviene dejar de protegerse del fracaso, del error… ¡qué daño ha hecho y hace esa frase de “Cometió un error imperdonable”! Pero vamos a ver: si tenemos la capacidad de pedir perdón, ¿cómo un error no va a ser perdonable? (salvo que afecte a la integridad física o mental o la vida de una persona, claro, en cuyo caso será un error lamentable y doloroso). Es perdonable porque se puede enmendar. Y la mayoría de las veces, si se enmienda, se perdona o debería (somos humanos).
Este concepto de la iteración, no sólo lo aplicamos y defendemos nosotros; los profesionales de la neurociencia aplicada al aprendizaje, como el Dr. David Sousa o el Dr. Pascual Leone, lo demuestran con sus estudios. La iteración es la mejor forma de aprender y avanzar en el siglo XXI.
Os preguntaréis por qué estoy escribiendo sobre el hacer, los riesgos de acertar o no, cometer errores, fracasar y la iteración. Pues bien: si algo pudimos observar en la Feria de Empleo y Discapacidad de la CAM de los pasados 11 y 12 de abril (**), en muchas de las personas que asistieron y participaron en nuestras ponencias, y que luego se acercaban a conversar con nosotras, es algo muy relacionado con nuestra cultura de evitar el error por miedo a la culpa. Desde un cierto sentimiento de “he fallado, me siento culpable de no tener empleo, no encuentro trabajo, no soy capaz de mejorar, soy muy mayor, soy muy joven, a estas alturas es difícil..” hasta “vengo para que me deis la receta mágica para encontrar trabajo, para venderme, para progresar..” Y tengo que afirmar, como así hice: piensa desde lo que eres, haz desde lo que eres, equivócate en ocasiones y acierta la mayor de las veces y revisa lo pensado, lo realizado para ver cómo continúas avanzando. Con responsabilidad, con consciencia, con compromiso, con trabajo, con asunción de riesgos, aprovechando tu conocimiento diferencial (ese que sólo atesoras tú porque es el resultado de lo que has aprendido desde la experiencia y cristalizado en tu forma única de hacer, de resolver un problema y de aportar una solución). Apóyate en la iteración: en el trabajo, en la perseverancia, en buscar la meta a lograr con pensamiento y acción inteligentes. Organiza tus pasos para lograr el objetivo: primero definiendo muy bien tu objetivo “inteligente” ( el que cumple con estas cualidades: especifico, realista, alcanzable, medible, temporal y coherente con tus valores y principios) y luego, estructurando cómo lograrlo (desde tu Realidad, creando tus Opciones y eligiendo de entre las opciones, la Acción o acciones que vas a trabajar para alcanzarlo y luego analizando lo que funciona, lo que no tanto, lo que aprendes y lo que alcanzas, ajustando las acciones que han resultado, descartando las que no). En ese camino es donde apoyamos desde Idreal a profesionales y equipos. Y funciona cuando se trabaja de ese modo.
Recuerda que lo importante es tener tu meta “inteligente”, que enfoca el camino, siempre iluminando la senda que conduce al destino que has elegido. Y recuerda que el primer paso, es el más importante y que no importa que te equivoques. Importa que pienses y actúes. Pensar y hacer..y si yerras, rectifica porque eso no sólo te hará tener o recuperar la autoestima y la confianza en tu caminar sino, aprender y ser mucho más sabio para lograr aquello que quieres alcanzar: un objetivo profesional que te mereces porque te lo habrás “currado”.
¡A por todas!
(*) Te invitamos a que te suscribas a nuestro blog para recibir por correo electrónico algunas claves adicionales que te puedan ayudar a trabajar en esta dirección.
(**) Compartimos nuestro álbum de fotos durante la Feria de Empleo y Discapacidad de la CAM los días 11 y 12 de abril. https://photos.google.com/share/AF1QipOjSGP4PjQGPZ1uxWxCb9m5aCRqQn5YYEJPDhyy2qoxqqHazCQBxRBkW36NoX2u9g?key=SENza2NHZ20xdVNGdEptVnd3cEItSjg4cnhRcWNR
Comentarios recientes