Frescura, espontaneidad y talento. Diversidad, inclusión y visibilidad. Parece que es la receta para pertenecer a la liga de los «Campeones». Qué bien me han sonado esas palabras. Tanto, que no he podido reprimir el escribir estas líneas después de ver el discurso de agradecimiento de Jesús Vidal, al recibir el Premio #Goya2019, al Mejor Actor Revelación de la 33 edición (*). Lo que falta en las empresas es precisamente esa receta; mucho de lo que estos jóvenes nos pueden ofrecer, eso que precisamente los hace únicos en el tipo de inteligencia y talento que ellos tienen. Hablo por propia experiencia desde la suerte que tenemos en Idreal de contribuir a su formación empresarial y profesional.
Nuestras empresas necesitan frescura. Es lo que les da color, es lo que te lleva a pensar de otra manera, a reformular el supuesto, a repensar hasta descabelladamente, a tener los ojos limpios, carentes de prejuicio o de juicio, en el sentido de juzgar. A no juzgar a tus compañeros, a no prejuiciar a las personas que se van a incorporar a tu área, departamento, empresa, a no enjuiciar a mi nueva jefa, esa que acaba de aterrizar y de la que no cuento con información de primera mano, información propia, no la de otras manos. La frescura es la lozanía en una empresa. Es la que aporta las mejores ideas.

Jesús Vidal agradeciendo el premio #Goya2019 Mejor Actor Revelación por «Campeones»
Nuestras empresas necesitan espontaneidad. Es lo que le da ilusión y entusiasmo al trabajo. La espontaneidad son los latidos, el impulso para que la sangre, que es la vida, viaje desde el corazón de la empresa a cualquier parte del cuerpo, de la organización. El romper la norma de vez en cuando, porque nos arriesgamos y nos lo vamos a permitir, para crear productos y servicios para el cliente de otra forma, para creer en el empleado al que nunca preguntaste por pensar que es algo rarito y tiene unas ideas rocambolescas. Es el no siempre pensar y hacer conforme al plan prestablecido, es estar abierto a que de modo desinhibido, sin premeditación, alguien opine sobre algo, diga que le gusta o que no le gusta y lo diga desde el corazón, con autenticidad y sin miedo a la represalia, a las malas miradas. La espontaneidad es la naturalidad en una empresa.
Nuestras empresas necesitan talento. Y añado, talentos diferentes y complementarios que quieran evolucionar. Es lo que marca la diferencia: diversos, únicos, con valor genuino, no replicable, enriquecedor, ambicioso, no artificial, evolutivo y con ganas de crecer y mejorar. Ese que te da todas las perspectivas de todos tus posibles clientes, proveedores o socios; que te da todas las perspectivas del mercado. Desde lo igual nunca se conquista, se conquista por los matices, por las diferencias, porque me lo dijo de una manera que no me lo dijo otro; “por eso se le compré a ella y no a otro”; “por eso le contraté y no a otro”. Porque ningún ser humano es igual a otro y porque ningún ser humano, por más sabio que sea en el sentido más tradicional de la palabra, puede atesorar todos los puntos de vista. El talento diverso ( de jóvenes, medianos, mayores, hombres, mujeres, más o menos inteligentes conforme a cociente intelectual, más o menos inteligentes emocionalmente) es el tesoro en una empresa y sólo depende de sus directivos y los propios empresarios el que coexista, cohabite y se respire en cada esquina para ponerlo en valor.
Ahora ya lo sabes, te lo ha recordado al recoger su premio, Jesús Vidal, un campeón con un 10% de visibilidad y un 1000% de visión: toca PONER EN VALOR TODO ESE TALENTO FRESCO, ESPONTÁNEO Y AUTÉNTICO a través de la #diversidad, la #inclusión y la #visibilidad.
(*) Por aquí te dejo el discurso, que no tiene precio. http://www.rtve.es/alacarta/videos/premios-goya/jesus-vidal-emociona-recoger-goya-mejor-actor-revelacion/4965742/
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